domingo, 2 de junio de 2013

Portadones II: A vulgar display of art


Esta segunda entrega de portadas está dedicada a portadas que causaron controversia y fueron censuradas. Me acuerdo que los vinilos correspondientes, venían con sus portadas tapadas con un cartón negro. Aunque sean "censurables", para mi no dejan de ser obras de arte.

Celtic Frost: To mega Therion (1986)                                        


Guns n' Roses: Apetite for destruction (1987)


Cradle of Filth: Cruelty and the beast (1988)


Sodom: Mortal way of life (1988)


 Cannibal Corpse: The wretched spawn (2004). De este grupo podíamos hacer un monográfico


  Slayer: God hates all (2002)


  Scorpions: Virgin Killer (1976)




sábado, 1 de junio de 2013

Painkiller, el disco cumbre del heavy metal o el disco que lo destruyó

El año 1990 lo recuerdo como un año de mucho ajetreo político-social, la unificación de Alemania, la liberación de Nelson Mandela, el mundial de fútbol de Italia con nuevo fracaso de nuestra selección. Comienzan a emitir las primeras cadenas privadas en España como Tele-5, etc. En cuanto al cine fue un buen año, se estrenó Uno de los nuestros, El Padrino III, Bailando con lobos, Terminator II, y otras menos ilustres arrasaban en taquilla como Ghost y Pretty Woman

En cuanto a la música ocurrió lo mismo, y en particular a la heavy. La mayoría de los grupos de thrash que iniciaron su andadura a principio y mediados de los 80, se presentaron a lo largo de este año con sus mejores obras: Megadeth con su Rust in Peace, Slayer, con Season in the Abyss, Anthrax con Persistence of time, Annihilator con Neverland,......etc. Mientras, unos desconocidos texanos revolucionaron los cimentos del heavy desde los mas profundo del averno, hablo de Pantera y su Cowboys from hell, mientras que un joven guitarrista entraba por la puerta grande al olimpo de las seis cuerdas, hablo de Steve Vai y su Passion and Warfare.

En cambio los grupos de heavy de corte mas clásico estaban de capa caída o empezaban a mostrar señales de flaqueza y agotamiento compositivo, como es el caso de Iron Maiden y su irregular No prayer for the dying AC/DC con Thunderstruck. Por otro lados bandas jóvenes como Helloween, herederos directos del trono de Maiden tras elos fantásticos Keeper of the 7 keys, perdían a su líder y mejor compositor, Kai Hansen.

En todo este ambiente nos enteramos que Judas Priest iban a sacar un nuevo disco. Las expectativas, mas bien bajas después del su flojo último disco Ram it dawn (1988). En la música heavy se estaba produciendo un cambio, una evolución, un relevo generacional, los alumnos se estaban convirtiendo en maestros, y los maestros,......estaban algo encasillados o cansados. Además, ¿que podíamos esperar de un grupo como Judas Priest, después de haber sacado diez discos en estudio, dos en directo, y una media de edad de 40 años?, la verdad...... no gran cosa.

Pues una vez mas los Judas nos dieron una bofetada con la mano abierta en toda la cara a todos, con la edición de su nuevo disco, el único e irrepetible Painkiller




Recuerdo cuando pinché por primera vez mi vinilo, con le equipo a to trapo. Cuando empezó la introducción de batería fue bestial. Pienso que es mi experiencia mas cercana a lo que sintieron los soldados de las fuerzas aliadas durante el desembarco de Normandia. 

Judas Priest se reinventaron a si mismos con este disco. No fue un grupo hermético a las nuevas tendencias que se estaban desarrollando en la industria musical, supieron coger lo mejor de grupos como Anthrax, Megadeth, Metallica, Slayer, aprendieron de sus alumnos mas aventajados. Supieron traducir todo este nuevo idioma al lenguaje Judas.

Pienso que gran parte de la culpa de esto la tuvo su nuevo fichaje, el gran batería Scott Travis, procedente del grupo angelino de virtuosos Racer X, donde compartía filas con nada mas y nada menos que con el guitarrista  Paul Gilbert. Painkiller con su anterior batería Dave Holland hubiese sido muy diferente. No quiero ensañarme en el tema pero pienso que a Dave, Judas Priest le venía grande. Scott Travis en este álbum cimento las bases de la batería heavy de los 90 junto Charlie Benante (Anthrax) y Vinnie Paul (Pantera). Escuchar su trabajo en canciones como Painkillar, Leather Rebel o One shot of glory ,es toda una "master-class"

En cuanto a las guitarras, que podemos decir de Glenn Typton y KK Dowing que no se haya dicho antes. Quizás junto a la batería es la parte de Judas que mas estaba evolucionando dentro de Judas. Este proceso que se inicio en su disco Turbo de 1986, tiene en Painkiller su momento cumbre, en solos impresionantes como Painkiller, All guns Blazing, Touch of evil o Between the hammer and the anvil.

Rob Haldford como siempre en su linea, tonos imposibles pero cálidos, con potencia y madurez. Pocos cantantes de su generación se encontraban en ese estado de forma. En esta época solamente Geoff Tate (Queensrÿche) o Sebastian Bach (Skid Row) podían igualarse al maestro.

Si hay que destacar algún teme este sería el que da nombre al disco y abre el álbum, Painkiller. Esta canción resume en sus seis minutos de duración lo que vamos a encontrar a lo largo de todo el disco, una batería espectacular, un trabajo de guitarras simplemente impresionante, una linea de bajo contundente y un Rob Haldford en estado de gracia e inhumano.




Me voy a permitir el lujo de hablar otra canción, la "gran perdedora" de este disco, hablo de Touch of Evil. ¿Por qué lo de perdedora?, muy simple, ha tenido la la mala suerte de compartir disco con el tema Painkiller, mucho mas espectacular y mas moderna en su concepción. Touch en otro disco de Judas sería la canción del disco. Yo creo que Touch está el nivel de Painkiller y de las mejores canciones de los Judas. Touch of Evil es un medio tiempo no muy del estilo de Judas clásico, con un aire setentero pero pasado por el filtro de la evolución y de la renovación. En mi opinión, el mejor trabajo de Rob Haldford desde Defenfer of the Faith (1984) lo tenemos en esa canción. La linea vocal es preciosa, su voz es profunda y calidad, cuando hay que subir lo hace de forma espectacular y precisa.

Lo mejor del tema, como ya he comentado, su linea vocal, el estribillo es bastante pegadizo (de echo salió como primer single del disco). El solo, uno de los mejores de Glenn Typton en toda su carrera, melódico, que va cogiendo intensidad conforme se va desarrollando. Toda una muestra de como como hay que hacer un buen solo de guitarra. Otro momento cumbre tiene lugar justamente en la a estrofa que va después del solo. Y para terminar, una de las frases mas intensas que se han escuchado en el rock " you're possessing me". Muy bien Haldford, la típica linea que o lo canta él o no la hace nadie más.

Esta canción se aleja un poco de lo que suele hacer Judas normalmente. En vez de ser una canción rápida, alegre, donde el riff principal es el que dirige el tema, en Touch of Evil es la voz la que manda, con un registro mas grave de lo habitual en Haldford pero lleno de intensidad, es ella la que va marcando los parámetros por los cuales se va desarrollando la canción. Quizás el único tema en la linea de touch sea Here comes de tears del disco Sin after sin (1977).



Otra cosa sorprendente de Painkiller es su producción, perfecta. Escuches donde lo escuches suena bestial, aún hoy en día 23 años después, sigue sonando fresco. Muchos discos producidos hoy en día, con todos los medios, con todos los super programas del copón  disponibles, no tienen ni la calidez, ni la potencia ni la definición de Painkiller. ¿Por qué? primeramente debido a que los "abueletes" que lo grabaron tocaban y mucho. Lo segundo el productor, en este caso Chris Tsangarides sabía producir, sabía de sonido, de como sacar lo máximo de un músico y no solo copiar, cortar y pegar plugins. En este disco está todo en su sitio, todos los instrumentos se escuchan a la perfección, una producción cristalina pero con fuerza y rabia. De echo Painkiller es un disco muy útil para testear equipos, salas de grabación, PA, etc.

Varias de conclusiones. La primera es que Painkiller es el resultado de la evolución que inicio Judas Priest con su disco Turbo en 1986 y que continuó con algo de desacierto en Ram it dawn. Sin estos dos discos pienso que Painkiller hubiese sido muy diferente. Mi segunda conclusión es que Judas Priest, pese a su veteranía siguen escuchando música e incorporando las nuevas tendencias al universo Judas, al contrario de otras bandas de su nivel y rango como Iron Maiden o Dio. Lo hicieron con British Stell (1980), lo hicieron con Turbo (1986) y lo harían años mas tarde con Jugulator (1997). Renovarse o morir. Arriesgar.

La tercera y última. En esta hago mención al título de este modesto artículo. Si, considero Painkiller como la obra cumbre del heavy metal, no quiero decir que sea el mejor disco de heavy de la historia pero si uno de los mejores, y si es cierto que marco un hito. Redefinió los parámetros por los cuales se desarrollaría este estilo en los años venideros. Tal fue su impacto en las escena heavy, que muchos grupos intentaron imitarlo. Aquí la otra cara de la moneda. Casi todo grupo de heavy de corte clásico que quisiese considerarse actual, intentaba crear un Painkiller II. Ahí estuvo la ruina del estilo. La mayoría de los grupos surgidos de Alemania, España, Suecia, EEUU, etc intentaban una y otra vez sacar su propio Painkiller, pero todos y cada uno de ellos fracasaron en el intento. Painkiller representó las dos caras del exito. Por un lado marco un antes y un después en la música heavy en general y en la de Judas Priest en particular, y por otro lado mató el estilo, pues a día de hoy, todavía no he escuchado ningún disco de heavy metal que se le aproxime en lo mas mínimo a Painkiller, el último gran clásico.



Guitarras II