domingo, 26 de mayo de 2013

40 Años de Tubular Bells

El 25 de mayo de 1973 salía a la venta un disco instrumental con el que se presentaba al mundo un joven músico multi-instrumentista de 20 años. Muy pocos eran los que podían adivinar que se trataba de un disco que acabaría formando parte de la historia y de la cultura popular de nuestro tiempo. Señoras y señores estamos hablando de Tubular Bells de Mike Oldfield.




Originalmente nuestro amigo Miguel grabó de forma casera una primera maqueta de 20 minutos de duración. La presentó a varias compañías discográficas de Londres, como EMI, CBS, etc. Ninguna mostró un mínimo de interés ya que se trataba de una propuesta musical complicada y ambiciosa, además de sin voz.

La maqueta llegó las manos de Richard Bronson, que en aquella época se dedicaba a la venta de discos por correo. Entusiasmado con lo que había escuchado, ofreció al joven la posibilidad de llevar la maqueta la vinilo. Para ello Richard creo su sello discográfico, Virgin Records el cual dio a luz a su primer vástago llamado Tubular Bells, una osadía de 50 minutos de complejos desarrollos instrumentales. Tubular Bells le dió a Mike Oldfield la ansiada libertad creativa que todo músico anhela y que necesitará a lo largo de su carrera musical, además de hacerlo millonario a los 20 años de edad. Además ayudo a crear el imperio Virgin.

Tubular Bells se compone de dos piezas, muy originalmente llamadas part one y part two de 25 y 23 minutos de duración. En estas dos piezas son desarrolladas un sinfín de melodías con la introducción de varios elementos tan originales como:

- Ausencia de voces: Aunque son utilizadas en coros y acompañamientos en varias ocasiones, en todo el disco no existe un solo pasaje con letra propiamnete dicha. Lo mas parcido es el movimiento denominado Piltdown Man (Hombre de las cavernas).

- El maestro de ceremonias: Sin duda una de las partes mas originales. Se trata de la voz de Vivian Stanshall que va nombrando uno a uno los instrumentos que intervienen en el disco, mientras se van oyendo y uniendo a la melodía principal, un in crescendo de casi 6 minutos de duración. El último instrumento en incorporarse es el que da nombre al disco: Tubular Bells.

- Mike Oldfield toca los siguientes instrumentos en le disco: Piano de cola, carrillón, frasan organ, bajo, guitarra eléctrica, guitarra acústica, guitarra española, speed guitar, taped motor drive organ motor, mandolina, fuzz guitars, percusión variada, flageolet, piano honky tonk, lowry organ, campanas tubulares, concert tympani, hammond y voces.

Para mi este disco tiene infinidad de movimientos que remarcar. La primera parte del disco merecería y a por si sola un monográfico. En cualquier caso voy a reseñar tres trozos de esta obra:

               - Introducción: Pocos discos tienen un comienzo tan característico e hipnotizador. Sin ser nada espectacular, ni grandilocuente, esta melodía de no mas de diez notas te abraza, te seduce, te sumerge en un mundo sonoro lleno de pasajes, emociones, estados de ánimo, de sensaciones, durante los próximos 25 minutos. Pero no olvidemos que son esas diez notas las que tejen la red que te atrapa y no te deja escapar.

              - Final Part One: A los 17 minutos de la primera parte de tubular comienza la famosa melodía la cual te va preparando para uno de los mejores desarrollos instrumentales de nuestro tiempo. Conforme van siendo nombrados, van sonando diferentes instrumentos los cuales reproducen la melodía inicial hasta ese gran finale: plus...Tubular Bells.

              - The Piltdown Man (El hombre de las Cavernas): Uno de los momentos mas "duros" del disco se produce a las 11:40 minutos del Part Two. Tiene una curiosidad histórica. En un yacimiento arqueológico se encontró la calavera de un humano con la mandíbula de un simio. Aquello significó una gran revolución, y se creo una enorme polémica. Finalmente se descubrió que aquello no había sido más que una estafa. Oldfield hizo su particular visión de cómo imaginó a aquel humanoide rudo e ignorante, en la que él mismo pone su voz a su particular "hombre de las cavernas".

La pequeña melodía inicial de 10 notas convirtió este debut en algo gigante, permaneció 279 semanas en las listas de éxitos y vendiendo mas de 15 millones de copias.

El éxito de este disco fue tal que su primer movimiento fue seleccionado por William Friedkin para formar parte de la banda sonora de su nueva película, El Exorcista. De hecho, se editó un sencillo que resumía los ocho primero minutos de Tubullar bells, sin la autorización de Mike Oldfield. Este sencillo alcanzaría el puesto 7 en el Billboard, una lista en la que jamás entrarían sus temas mas exitosos y comerciales como Moonlight shadow, Family Man o To France. Misterios del mercado.

A la edición de este disco le seguirán a lo largo de los años varias secuelas mas o menos afortunadas:

 The Orchestral Tubular Bells (1975)

                                      
                                                                   Tubular Bells II (1992)


                                                                 Tubular Bells III (1998)

                                   
                                                                  The Milenium Bell (1999)

Pensad una cosa, durante esta año de 1973 algunas vacas sagradas de la industria musical sacaron sus mejores o muy buenos discos como fue el caso de Pink Floyd con Dark side of the moon, Black Sabbath con Sabbath bloody sabbath, o Deep Purple con Who do we think we are.También compitió con los debuts discográficos de bandas de la talla de Queen o Aerosmith o exitos mundiales como la banda sonora de Jesuschrits Superstar. No voy a entrar si tubular es mejor o peor que los mencionados, pero si hay que reconocerle su merito. Este disco aún siendo instrumental, sin singles, compuesto por un adolescente de 17 años y grabado por un joven de 20, es una referencia necesaria para entender el desarrollo cultural e los últimos 40 años, pese a los duros competidores que tuvo nada mas en su año de salida al mercado. Esto también es visible en la discografía de Mike Oldfield, pese a sacar un montón de discos, algunas de mas calidad incluso que tubular, como es el caso de Ommadwan (1975), ninguno ha conseguido hacerle la mas mínima sombra.

También es el ejemplo de tesón y de creer en uno mismo. Mike Oldfield se recorrió todas las discográficas de Inglaterra para sacar su proyecto adelante. Muchos le insistía una y otra vez en que incluyese voces con letra, etc. El creía en su obra tal y como la había concebido. Contó con la inestimable ayuda de Richard Bronson, el cual vio en el joven y en su idea, el diamante que tenía en sus manos, y se jugaron todo a una carta. Ambos jugaron y ganaron. ¿Tuvieron suerte?, puede ser, pero ellos fueron a por ella, la buscaron y la ganaron, respaldados por la enorme calidad que atesora Tubular Bells.

A continuación os dejo Tubular Bells, part One en directo y part two en estudio. A disfrutarlo

        



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